23 marzo 2023 · 3 min read
Culture as
an engine
Entiendo el concepto de cultura de empresa como el “alma” que se ha forjado de forma colaborativa entre las personas que la integran en el presente y que en algún momento lo hicieron en el pasado y dejaron su huella.
Desarrollar la parte espiritual de uno mismo nunca ha sido tarea fácil, es más, la mayoría de las personas ni se lo plantean o si lo han hecho, es realmente difícil dedicar tiempo y esfuerzo constante a trabajar este concepto proveniente del pensamiento occidental. De todas formas, este intangible que escapa a toda posibilidad de verificación y que es ajeno por completo al ámbito del conocimiento científico, se puede traducir en carisma, empatía, compromiso, estima, comprensión o motivación y por eso me parece esencial trabajarlo y tenerlo muy presente en una compañía.
Son aspectos que no nos proporcionan un sistema establecido de KPI’s o que no tienen un método de mejora o de implementación determinada. No los podemos evaluar con una unidad de medida concreta, sin embargo, si que los percibimos de inmediato, los identificamos fácilmente y nos muestran un efecto a largo plazo.
Por lo tanto, es crucial plantearse un plan de desarrollo colectivo, generando y dinamizando acciones que surjan de forma espontánea. Esto ayuda a entender mejor a cada individuo el sistema de valores y creencias de los demás y por lo tanto contribuye a una configuración alineada del sistema global.
No hablamos de grandes team buildings, sino de un momento tomando café en el que se pregunta con sinceridad sobre una situación delicada, o un intercambio de opiniones sin usar los galones de cada uno. En definitiva, mostrar humildad y humanidad en todas las circunstancias e interacciones existentes en la empresa.
Es mediante la confianza y el compromiso de las personas que forman parte de un proyecto compartido, como se construyen los pilares que después sustentan la evolución del modelo empresarial y su modus operandi.
En nuestro caso, estos cimientos son los que nos han permitido evolucionar. Hemos podido afrontar una pandemia manteniendo integro al equipo y hemos podido evitar un expediente de regulación temporal de empleo. Tampoco hubiese sido posible implementar una jornada intensiva de 3 días a la semana durante todo el año desde el 2019 en un sector dónde lo habitual es alargar hasta horas indeseadas.
La cultura hace a las empresas únicas y les atribuye personalidad. Las hace deseables y atraen talento. Pero el mejor beneficio es que construyen relaciones verdaderas a largo plazo en las que la experiencia va más allá de lo profesional. Me gusta llamarlo “familia”.