B—Bruce IA

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La Carrera Digital.

La digitalización ha transformado por completo la manera en que las marcas se relacionan con sus clientes. Hoy en día, una pequeña tienda de barrio puede estar vendiendo en Hong-Kong, Estados Unidos o Malasia, al mismo tiempo que está atendiendo a los vecinos de toda la vida de forma física. Esto puede parecer una obviedad pero cambia el paradigma del comportamiento, no solo de los usuarios, sino de las marcas y las empresas, independientemente de su tamaño. De repente podemos competir a nivel global con marcas grande desde nuestra pequeña tienda o despacho en medio de un pueblo de 300 habitantes. En este artículo, exploraremos por qué las marcas deben no solo estar presentes en el mundo digital, sino también invertir en su presencia online de manera estratégica. Desde el SEO y el SEM hasta la publicidad en Redes Sociales.

La web como epicentro

La primera parada en este viaje digital es el sitio web. La web es el epicentro de la presencia de una marca online. Un sitio web funcional y atractivo no es un lujo, es una necesidad. No es solo una tarjeta de presentación, es una plataforma para la interacción con clientes y la construcción de relaciones sólidas. Desde la identidad visual hasta el contenido atractivo, tu web debe ser tu embajador digital. Sin estar presente en el entorno digital, no existes.

Un sitio web efectivo es un escaparate interactivo que debe reflejar la identidad visual de la marca y ofrecer una experiencia de usuario excepcional. Desde la navegación amigable hasta el diseño atractivo y el contenido informativo, cada pequeño detalle importa. Pero, lo que realmente ha revolucionado el juego es el e-commerce. El comercio electrónico ha dejado de ser una opción y se ha convertido en una necesidad para muchas marcas, sobretodo si vendes productos o servicios a cliente final. Con la creciente tendencia de las compras online, no tener una estrategia de e-commerce sólida significa perder oportunidades. Un pequeño negocio ya no solo compite con la tienda de enfrente o con la del pueblo de al lado, de repente, ha pasado a competir con grandes corporaciones, que hacen las cosas muy bien y que a ojos de un comprador, no hay diferencias entre la experiencia de compra en un monstruo de la distribución como Amazon, Ali Express, Zara o Asos, o de la pequeña tienda de barrio. De hecho, la pequeña tienda parte en clara desventaja ya que antes de nada, deberá ganarse la reputación digital, ofrecer una navegación sencilla, opciones de pago seguras y un servicio al cliente eficiente, mínimo al nivel de estas grandes empresas. Focalizar el negocio en el e-commerce no solo puede aumentar tus ingresos, sino que también fortalece la lealtad del cliente y la repetición de compra.

En la era digital, tu sitio web no es solo una herramienta, es el corazón de tu presencia digital. La inversión en su desarrollo, mantenimiento y optimización es crucial para competir en un mercado cada vez más digitalizado y globalizado. La transformación digital es una realidad, y la digitalización no es una elección, sino una necesidad.

SEO / SEM: las claves de la presencia y la visibilidad

Todo lo mencionado en el punto anterior, no tiene ningún sentido si nadie es capaz de encontrar tu web. Es como si de repente abrieses tu tienda en el mejor local de la ciudad, pero que estuviese situado en la calle más remota y escondida y siempre tuvieses las persianas bajas. ¿Verdad que no vendría nadie? Aquí es donde el SEO (Search Engine Optimization) y el SEM (Search Engine Marketing) entran en juego. El SEO optimiza tu sitio web para aparecer en los resultados de búsqueda orgánica, aumentando la visibilidad. Esto requiere optimizar contenido y la estructura de tu sitio web, junto con una estrategia de palabras clave sólida. El SEM, por otro lado, utiliza la publicidad pagada para destacar entre la competencia. Es la “vía rápida” en la que buscamos resultados y conversión inmediata. Esto te brinda visibilidad ante audiencias interesadas. Aquí debemos controlar los tipos de estrategia que nos brinda Google: estrategias de búsqueda, de blindaje de marca, de display, de remarketing o de performances Max, entre otras.

Siguiendo con los ejemplos en el mundo físico, el SEO sería tu comercial de confianza, el que mantiene a tus clientes durante mucho tiempo a base de “picar piedra” y estar siempre allí por y para ellos. Es un trabajo a largo plazo pero que te asegura la fidelidad y la repetición. El SEM es el «encantador de serpientes» que trae tráfico a tu tienda. Busca volumen, de calidad, pero volumen y rápido.

Hay que saber aprovechar las ventajas que nos brinda el SEO y el SEM. Cuando alguien busca algo parecido a: “Comprar jersey invierno hombre”, su búsqueda está muy cerca de la transacción. A esto le llamamos publicidad o marketing de intención. Es como cuando alguien entra a tu tienda física y te pregunta por un jersey concreto y si tienes su talla. Solo te queda ser amable, tener lo que busca y que le quede bien, claro, pero aquí la venta esta prácticamente hecha, no hay que convencerle demasiado.

Ambos enfoques son cruciales para el éxito digital, y la combinación inteligente de SEO y SEM puede aumentar tu visibilidad, atraer tráfico de calidad y aumentar tus ventas de forma exponencial.
El SEO y el SEM no son modas pasajeras, son estrategias esenciales para ser encontrado en un mar de información y ruido digital. Ignorarlos es negarse a competir en igualdad de condiciones.

Inversion en social ads: más allá de las redes sociales

En la actualidad, es casi imposible hablar de presencia digital sin mencionar la publicidad en las redes sociales, que han cambiado la forma en que las marcas se conectan con su audiencia, y la inversión en anuncios en Meta (marca corporativa de Facebook), sobretodo, es una herramienta poderosa para llegar a tu público objetivo.

Pero no se trata solo de presupuesto; se trata de estrategia. La estrategia de Social Ads, requiere un enfoque preciso para garantizar que estés llegando a las personas adecuadas en el momento adecuado. Si no lo haces, te arriesgas a gastar recursos valiosos en un impacto mínimo. Aún así, hay que ser consciente de que la motivación de las personas que se encuentran navegando por las redes sociales, no tienen una motivación directa ni una predisposición de compra inmediata. A esto le llamamos publicidad de interrupción. Como ejemplo, digamos que se asemejan a los anuncios de TV o a los carteles publicitarios en una concurrida calle de una gran ciudad. Son como vallas publicitarias digitales que pueden ser personalizadas para llegar a audiencias específicas. Imagina que tienes un nuevo producto y deseas promocionarlo. Con los Meta Ads, puedes seleccionar criterios como la edad, los intereses y la ubicación de tu público objetivo. Luego, tu anuncio se mostrará solo a las personas que cumplen con estos criterios, como si estuvieras colocando tu cartel en una ubicación donde sabes que tu audiencia ideal pasa a diario, con la diferencia de que en el mundo digital, puedes “trackearlo» al momento, optimizarlo, cambiar la creatividad, etc. En definitiva, reaccionar a tiempo en función de los resultados inmediatos, con lo que tu inversión económica será mucho más eficiente.

Y ya no hablamos de Tik Tok o otras redes sociales que han entrado pisando muy fuerte. Esto lo dejamos para otro post.

En resumen: el mundo digital NO espera

En un mundo donde la digitalización es el nombre del juego, las marcas deben estar a la altura. Tener una presencia digital sólida, con un sitio web optimizado, estrategias de SEO y SEM bien planificadas y una inversión inteligente en publicidad en redes sociales, son elementos esenciales para el éxito en el mundo digital.

Ignorar estas realidades es renunciar a la oportunidad de conectarse con una audiencia global y competir en un mercado cada vez más digitalizado y más grande.

El mundo digital no espera, ¿estás listo para ser parte de él?

Ferran Esturgó
CXO

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